La neuralgia posherpética es la tercera condición más común de herpes zóster, que afecta las fibras nerviosas del cuerpo. El trastorno afecta la piel y las fibras nerviosas, provocando una sensación de ardor intensa que dura mucho tiempo después de que desaparecen las ampollas y las costras del herpes zóster. El virus del herpes (viral) es la principal causa de neuralgia posherpética.
La neuralgia posherpástica también se conoce como culebrilla. Es una afección médica grave que es muy rara en los Estados Unidos. La probabilidad de desarrollar neuralgia posherpética aumenta con la edad, afectando principalmente a personas mayores de sesenta años. No existe un tratamiento específico, aunque el tratamiento puede reducir la gravedad de la afección.
Todas las neuralgias posherpéticas son causadas por herpes. Es un virus que causa enfermedad, aunque no causa culebrilla. El virus afecta el sistema nervioso y causa desarrollo de sensaciones neurálgicas dolorosas. A veces, esto se acompaña de una erupción similar a la gripe. La persona que tiene dolor suele sentir un hormigueo en los brazos, las piernas y el cuello.
La neuralgia posherpética puede ocurrir después de que se desarrolle el herpes zóster o, en algunos casos, incluso sin la presencia de una erupción. El síntoma principal de esta afección es el dolor o picazón en el cuello y otras partes del cuerpo que no responden al tratamiento. Además, los pacientes pueden experimentar fatiga severa y dificultad para tragar.
Aparte de la culebrilla, los trastornos del nervio posherpético son comunes en los adultos
También es común en pacientes con VIH, que es una forma del virus que causa el SIDA.
Dado que el virus responsable de la culebrilla, el herpes, es contagioso, puede propagarse a través del contacto con una persona infectada. La neuralgia posherpética puede ser muy peligrosa. Si no se trata, la afección puede provocar complicaciones como daño cerebral. o muerte.
Una persona infectada con la infección por herpes será consciente de los síntomas y puede mostrar signos de la enfermedad, pero no serán tan evidentes en las personas infectadas por el virus del herpes. No siempre responden a los métodos de tratamiento estándar. Los primeros síntomas de la disfunción neurógica posherpética suelen ser muy incómodos y pueden causar dolor y debilidad intensos.
El herpes zóster y la neuralgia posherpética pueden ocurrir en cualquier momento durante el curso de su vida. Si tiene síntomas de la enfermedad posherpética, debe buscar atención médica de inmediato. Busque ayuda médica de inmediato porque podrían ser una señal temprana de problemas graves.
Un síntoma muy común es la aparición repentina de un dolor de cabeza que puede ser intenso y debilitante. Esto puede ocurrir como resultado de una sensación de hormigueo en el cuello o la cabeza, o puede ir acompañado de dolor y rigidez. La neuralgia posherpética puede afectar una mano o ambas manos, aunque por lo general se ve afectada la mano derecha.
También pueden ocurrir náuseas repentinas. Puede producirse un dolor severo en el pecho. Puede afectar a cualquier parte del cuerpo y puede agravarse cuando alguien mueve los hombros. Algunas personas informan que su frecuencia cardíaca aumenta o que se sienten débiles.
Las personas que sufren de disfunción neurogénica posherpética pueden experimentar entumecimiento en los dedos o pies. También puede resultar en una sensación de ardor. Esto se debe a la incapacidad del cuerpo para producir suficiente serotonina en el cuerpo. En casos raros, las disfunciones neurológicas posherpéticas pueden causar pérdida del olfato.
La gravedad de los síntomas neurológicos posherpéticos puede variar de un individuo a otro. Cuanto antes se produzcan estos síntomas, mejor será el pronóstico. Es importante buscar atención médica lo antes posible porque pueden representar un problema de salud grave.
La mejor manera de tratar la disfunción neurogénica posherpética es diagnosticar la afección. Un profesional médico puede realizar pruebas de diagnóstico para descartar otras afecciones.